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La salud a través de los aceites esenciales

La palabra “aromaterapia” significa terapia a través de los aromas que se emplean en formas de aceites esenciales. Son sustancias de consistencia grasosa más o menos fluidas, muy perfumadas, volátiles.

Hay numerosa maneras de aplicar estos aceites; es decir, no curan únicamente los olores, sino también la carga energética y la gran cantidad de componentes químicos que forman la estructura molecular de ellos.

Diluidos, estos aceites pueden aplicarse en forma de cremas, lociones, linimentos, emulsiones, cataplasma, etc.

Los aceites esenciales se utilizan para el cuerpo y la mente, poseen propiedades terapéuticas, cada aceite posee propiedades particulares y deben usarse para incrementar nuestro bienestar.

Como actúa la aromaterapia:

Los aceites esenciales trabajan en el cuerpo mediante la absorción a través de la piel, en el interior del torrente sanguíneo, y también, por la inhalación de su aroma.

Tienen tres modos diferentes de acción:

  • El efecto farmacológico: Está relacionado con los cambios químicos que se producen cuando penetra en el flujo sanguíneo y reacciona con las hormonas, enzimas, etc.

  • El efecto fisiológico: Está relacionado con la manera cómo afecta al sistema corporal, ya sea sedándolo o estimulándolo.

  • El efecto psicológico: Tiene lugar cuando una esencia es inhalada y el modo como el individuo responde a su olor.

Cuando un estimulo oloroso llega al sistema límbico y en concreto a la amígdala cerebral, ésta lo transforma en sensaciones y emociones que activan el sistema neurovegetativo. Si se activa el sistema simpático el organismo responde con un estado de alerta, pero si se activa el sistema parasimpático se produce un estado de calma y tranquilidad y, de este modo, los efectos psicológicos de los aceites esenciales se transforman en efectos fisiológicos.

Hay que tener en cuenta que el sistema límbico está conectado con el hipotálamo y éste a su vez con la hipófisis, un estímulo oloroso puede modificar la actividad hormonal o la actividad del sistema inmunitario.

El efecto de un aroma en un ser humano depende de varios factores, entre los que se incluyen:

  • Cómo se aplica el olor.

  • En qué cantidad se aplica.

  • Las circunstancias en que se aplica.

  • La persona a la que se aplica (edad, sexo, personalidad).

  • El estado de ánimo de la persona.

  • Las asociaciones previas que pueda tener la persona con ese olor en concreto.

  • La anosmia o incapacidad de oler ciertas aromas.

Por lo tanto, debemos buscar las fragancias que tengan más afinidad con la persona a tratar.

La aromaterapia actúa en planos sutiles del organismo, por ello puede utilizarse como terapia vibracional, también como ayuda a la meditación, visualización, concentración, afirmaciones y demás técnicas que buscan el equilibrio y la armonía interior.

Como elegir un aceite esencial:

Al comprar un aceite esencial es importante leer la etiqueta y saber lo que indica. Así, cuando leemos:

  • Fragancia: No se trata de aceite esencial ni mucho menos, son imitaciones o composiciones de natural o sintético.

  • Esencias: ¿De qué tipo de esencia se trata? ¿Esencia Natural? ¿Esencia sintética? Una esencia puede ser natural o sintética.

  • Esencia Natural: Por lo general, muchos de estos productos tienen un bajo porcentaje de aceite esencial puro, por tanto, están muy rebajados.

  • Esencia aromática: No especifica si es 100% natural.

  • Aceite esencial puro: Es el aceite en que podemos confiar para la elaboración de nuestros perfumes o aceites de masaje terapéuticos o, simplemente, para practicar métodos de aromaterapia.

Aceites base o portadores:

Se utilizan para diluir los aceites esenciales puro. Aparte de unas pocas excepciones, los aceites esenciales siempre deben de diluirse en un aceite base antes de aplicarlos en el cuerpo.

No debe de estar perfumados, se han de obtener por el método de presión fría y no deben contener ningún tipo de solventes, herbicidas o residuos de pesticidas.

  • Aceite de Aguacate: Sin refinar alimenta y restaura la piel seca, deshidratada y madura, sumamente nutritivo, regenera la piel. Para piel seca, envejecida, con eczemas, para persona s alérgicas al aceite de trigo.

  • Aceite de almendras dulces: De color amarillo pálido y tiene un ligero olor a nuez. Es rico en minerales, proteínas y vitaminas. Excelente lubricante, suavizante, revitalizante y nutritivo. Para todo tipo de piel, sensible, seca, irritada o con problemas.

  • Aceite de avellana: De color amarillo pálido, textura fina y con un profundo aroma a nuez. Contiene minerales, vitaminas y ácidos grasos esenciales, incluyendo el ácido linoléico. De fácil absorción y ligeramente astringente, para todo tipo de piel, piel inflamada.

  • Aceite de germen de trigo: Espeso, de color rojo anaranjado y algo pegajoso, con un fuerte olor a tierra. Rico en proteínas, minerales y vitaminas, Vit. E. Estimula y regenera los tejidos, antioxidante, para piel madura, seca, ajada y con arrugas, en áreas afectadas por estrías o cicatrices. No apto para personas alérgica al trigo.

  • Aceite de jojoba: Este aceite amarillo es una cera líquida ligera y muy penetrante. Muy hidratante y emulsionante, de fácil absorción, contiene proteínas, minerales y ácido mirístico, que es antiinflamatorio. Es el más versátil, tanto para el masaje como producto de belleza. Es el aceite base preferido para mezclar aceites esenciales más caros, tales como jazmín, azahar y la rosa. Para todo tipo de piel, grasa y con manchas, limpia los poros, piel inflamada o irritada, con eccema seco, eccema infantil y otra dermatosis, calmante, para preparados faciales y capilares, acondicionador del cabello y protector solar natural.

  • Aceite de melocotón: De color claro, textura fina, aroma dulce y delicado. Contiene minerales y vitaminas, Vit. E. Para tratamiento de belleza y facial, se absorbe fácilmente, para piel envejecida, seca, sensible y para las venillas.

  • Aceite de sésamo: Aceite oscuro y es mejor mezclarlo con otro aceite base. Rico y nutritivo, para piel aceitosa o con problemas, para mascarilla para el cabello muy seco y para las costras del cuero cabelludo. Favorece el bronceado y hidrata la piel, para grietas en manos y pies, alivia molestias musculares, se utiliza en masaje ayurvédico.

  • Aceite de semillas (pepitas) de uva: Es muy popular y común, con fina textura y escaso olor. Deja la piel lisa y suave, para tratamiento de belleza mejor mezclarlo con otro aceite base más nutritivo. Ligeramente astringente, para pieles jóvenes, para piel con acné.

Métodos de aplicación:

  • Masaje: El modo más popular de utilizar los aceites esenciales es el masaje. En todas las preparaciones aceitosas se emplea una disolución del 2,5% de aceite esencial que equivale a una gota de aceite esencial por cada 2 ml de aceite base. Una fórmula sencilla para saber la cantidad de gotas de aceite esencial es añadir unas 12 gotas en unos 25ml de aceite base (para niños solo se añaden 6 gotas)

  • Ungüentos: 30 gotas de aceite esencial, 22,5ml de aceite base, 6 gr. De cera de abejas.

  • Baño aromático: Basta emplear entre cuatro o seis gotas para llenar el cuarto de baño de un vapor perfumado. Distribuya sobre la superficie del agua. Empápese durante al menos 10 minutos. Para niños o persona con piel sensible añadir solo dos o tres gotas.

  • Compresas frías y calientes: Para aliviar dolores y reducir inflamación, añadir de 4 a 6 gotas en unos 100 a 200ml de agua, mojar el paño de algodón y colocarlo en parte a tratar, repita la operación cuando sea necesario.

  • Acondicionador de pelo y del cuero cabelludo: Par el pelo grasiento, el cuero cabelludo escamoso, o con pulgas y piojos. Distribuya los aceites esenciales en el cuero cabelludo o el acondicionador del cabello una vez a la semana. Añadir de 6 a 8 gotas en el champú, loción o en 15ml de germen de trigo para un acondicionador prelavado.

  • Lavado de pies: En tratamiento de pedicura, suaviza la piel, disminuye la hinchazón, añadir 6 gotas de aceite esencial en un barreño de agua y agite el agua, ponga los pies de 10 a 15 minutos.

  • Agua de flores: Añadir de 20 a 30 gotas de aceite esencial en un recipiente que contenga de 100 a 200ml de agua depurada. Dejar reposar durante unos días en la oscuridad y filtrarlo con un filtro de papel.

  • Inhalación: Para respirar mejor y aliviar los dolores de cabeza, añadir de 6 a 12 gotas de aceite esencial en un barreño de agua caliente, cubrirse la cabeza e inhalar.

  • Perfume: Añadir el aceite esencial a una aceite base que haya seleccionado.

  • Vaporización: Consiste en utilizar un quemador de aceite o difusor aromático o a un cuenco de agua sobre un radiador, limpian el ambiente de gérmenes

  • Aplicación directa: En general no se aplican directamente sin diluirlo previamente, pero hay excepciones como el aceite del árbol de té, de lavando y el de limón. Otros como el sándalo, el jazmín o la rosa, son excelentes perfumes si se extienden sobre la piel.

GUÍA DE ACEITES ESENCIALES:

Albahaca: Analgésico, antiséptico,antiespasmódico, digestivo, expectorante, tónico nervioso, reconstituyente, estimulante estomacal y tónico.

Alcanfor: Antiséptico, antiinflamatorio, diurético, expectorante, estimulante y rubefaciente.

Precaución: El alcanfor blanco no es tóxico, ni irritante, incompatible con tratamiento homeopático, evitar durante el embarazo en casos de epilepsia y asma. El alcanfor marrón y amarillo que contienen safrol son tóxicos y carcinógenos.

Ámbar: Calmante, analgésico, antiespasmódico, expectorante, febrífugo, armoniza y equilibra la energía.

Anis estrellado: Antiséptico, carminativo, expectorante, repelente de los insectos y estimulante.

Apio: Antioxidante, antirreumático, antiséptico, urinario, antiespasmódico, depurativo, digestivo, carminativo, tónico nervioso, estomacal y tónico.

Aquilea: Antirreumático, Antiséptico, digestivo, expectorante, estomacal y tónico.

Arbol del Té: Antiséptico, antiinflamatorio, antivírico, bactericida, balsámico, expectorante, fungicida, inmunoestimulante y parasiticida.

Azahar: Antiinflamatorio, antiséptico, astringente, sedante, colerético, fungicida y tónico.

Benjuí: Antiinflamatorio, antiséptico, antioxidante, expectorante, carminativo, diurético y sedante.

Bergamota: Analgésico, antiséptico, pulmonar y genitourinario, antiespasmódico, digestivo, diurético, laxante, estimulante estomacal y tónico.

Cajeput: Antiséptico, antiinflamatorio, analgésico suave, antimicrobiano, antihelmíntico, carminativo, expectorante e insecticida.

Caléndula: Antiinflamatorio, antiséptico, antiespasmódico, astringente, diaforético, colagogo, fungicida y tónico.

Canela de Ceylan: Antiespasmódico, antiséptico, bactericida, antihelmíntico, carminativo, digestivo, estimulante cardiocirculatorio, respiratorio y estomacal.

Caña de Limón o Citronela: Antiespasmódico, antiséptico, bactericida, carminativo, diurético, fungicida, insecticida, tónico.

Cardomomo: Antiséptico, antiespasmódico, carminativo, digestivo, diurético, estimulante, estomacal y tónico.

Cedro rojo: Antiséptico pulmonar y genitourinario, antiespasmódico, balsámico, astringente, expectorante, sedante nervioso y estimulante circulatorio.

Cilantro: Analgésico, antirreumático, antioxidante, antiespasmódico, bactericida, carminativo, fungicida, revitalizante, estimulante, cardiocirculatorio nervioso y estomacal.

Ciprés: Antirreumático, antiséptico, antiespasmódico, desodorante, diurético y tónico.

Clavo:Antihelmíntico, antiemético, antiséptico, antihistamínico, antirreumático, antioxidante, expectorante, estimulante, espasmolítico y antivírico.

Clementina: Antiséptico, carminativo, digestivo, diurético suave, laxante suave, antiespasmódico, tónico y estimulante digestivo y linfático.

Chinchilla (Tagettes): Antihelmíntico, antiespasmódico, bactericida, carminativo, estomacal y fungicida.

Damiana: Afrodisiaco, diurético, antiséptico urinario, expectorante, estimulante nervioso, antidepresivo y tónico general.

Enebro: Antiséptico, astringente, antiespasmódico, carminativo, expectorante, depurativo, tónico nervioso, estomacal y parasiticida.

Eucalipto: Analgésico, antiséptico, antiespasmódico, balsámico, descongestionante, desodorante, depurativo, parasiticida, estimulante y vermífugo.

Geranio: Antiinflamatorio, antidepresivo, antiséptico, tónico, diurético, fungicida, estimulante, hemostático y desodorante.

Hinojo: Antiinflamatorio, antiséptico, antiespasmódico, laxante, depurativo, expectorante, estimulante circulatorio, estomacal y tónico.

Hisopo: Astringente, antiséptico, antiespasmódico, bactericida, digestivo, diurético, expectorante, tónico cardíaco y nervioso.

Incienso (boswelia carteri): Digestivo, antiséptico, carminativo, expectorante, diurético, sedante, tónico uterino y vulnerativo.

Jazmín: Analgésico suave, antiséptico, antiinflamatorio, antiespasmódico, carminativo, expectorante, sedante y tónico uterino.

Jengibre: Analgésico, antiséptico, antioxidante, antiespasmódico, tónico, bactericida, expectorante, laxante, estimulante y estomacal.

Kanuka: Antibacteriano, antifúngico, antiinflamatorio.

Laurel: Antirreumático, antiséptico, bactericida, digestivo, diurético, fungicida, hipotensor, sedante y estomacal.

Lavanda: Analgésico, antimicrobiano, antidepresivo, antirreumático, antiséptico, antiespasmódico, diurético, tónico nervioso, parasiticida, sedante, estimulante y tónico.

Lemongras: Analgésico, antimicrobiano, antiséptico, bactericida, carminativo, fungicida, insecticida, tónico, carminativo y desodorante.

Lima: Antirreumático, antiséptico, bactericida, aperitivo, reconstituyente y tónico.

Limón: Antimicrobiano, antiséptico, bactericida, carminativo, depurativo, diurético, insecticida, tónico, antiespasmódico y vermífugo.

Mandarina: Antiséptico, carminativo, digestivo, diurético suave, laxante suave, antiespasmódico, tónico y estimulante digestivo y linfático.

Manzanilla: Analgésico, antiséptico, antiinflamatorio, antiespasmódico, bactericida, digestivo, sedante nervioso, estomacal, tónico.

Mejorana: Analgésico, antioxidante, antiséptico, antiespasmódico, antivírico, bactericida, expectorante, digestivo, fungicida, laxante, tónico nervioso y estomacal.

Melisa: Antihistamínico, bactericida, antiespasmódico, carminativo, repelente de insectos, tónico nervioso, sedante, estomacal y tónico uterino.

Menta Piperita: Analgésico, antiinflamatorio, antiséptico, antiespasmódico, expectorante, hepático, tónico nervioso y estomacal.

Mirra: Antiinflamatorio, antiséptico, astringente, balsámico, expectorante, fungicida, sedante estimulante.

Naranja: Antiinflamatorio, antiséptico, bactericida, sedante nervioso, colerético, fungicida, estimulante digestivo y linfático, estomacal y tónico.

Nuez Moscada: Analgésico, antioxidante, antirreumático, antiespasmódico, antiséptico, digestivo, estimulante de las secreciones gástricas y tónico.

Pachuli: Antiinflamatorio, antimicrobiano, antiséptico, antivírico, bactericida, carminativo, desodorante, fungicida, tónico nervioso, estomacal y tónico.

Palmarosa: Antiséptico, bactericida, digestivo, hidratante, estimulante digestivo y circulatorio y tónico.

Palo de Rosa: Antimicrobiano, antiséptico, bactericida, analgésico suave, desodorante, estimulante inmunitario y tónico.

Petitgrain: Antiespasmódico, antiséptico, digestivo, tónico nervioso, estimulante, estomacal y tónico.

Pimiento Negra: Analgésico, antiséptico, antiespasmódico, antimicrobiano, bactericida, digestivo, estimulante nervioso, circulatorio, estomacal y tónico.

Pino Silvestre: Antirreumático, antimicrobiano, bactericida, antiséptico pulmonar, urinario y hepático, balsámico, expectorante, estimulante circulatorio y del cortex, insecticida.

Pomelo: Antiséptico, astringente, bactericida, diurético, depurativo, estimulante linfático, digestivo y tónico.

Romero: Analgésico, antimicrobiano, antiséptico, bactericida, antioxidante, antiespasmódico, tónico nervioso, parasiticida, reconstituyente, estomacal, estimulante circulatorio y hepatobiliar, digestivo.

Rosa de Alejandría: Antidepresivo, bactericida, antiséptico, antivírico, antiespasmódico, depurativo, laxante, regulador del apetito, sedante nervioso, estomacal y tónico.

Salvia: Antimicrobiano, antiséptico, antiinflamatorio, digestivo, antiespasmódico, laxante, estomacal y tónico.

Salvia Romana: Antiflogístico, antiséptico, antiespasmódico, digestivo, tónico nervioso, sedante, estomacal y tónico.

Sándalo: Antiflogístico, antiséptico urinario y pulmonar, antiespasmódico, bactericida, carminativo, diurético, expectorante, sedante y tónico.

Tomillo: Antihelmíntico, antimicrobiano, antioxidante, antiséptico intestinal, pulmonar y genitourinario, antiespasmódico, tónico aperitivo, diurético, bactericida, balsámico, estimulante inmune y circulatorio, sudorífico.

Vetiver: Antiséptico, antiespasmódico, depurativo, sedante del sistema nervioso, estimulante circulatorio y tónico.

Violeta: Analgésico, antiséptico, antiinflamatorio, descongestivo del hígado, diurético, expectorante, laxante y estimulante circulatorio.

Zanahoria: Antiséptico, carminativo, depurativo, diurético, hepático, estimulante tónico y relajante muscular.

Ylang Ylang: Antiséptico, euforizante, antidepresivo, afrodisiaco, tónico nervioso, sedante, estimulante circulatorio.